sábado, 23 de marzo de 2013

Sensaciones después de un masaje

Hay diferentes tipos de masaje, cada uno destinado a un problema o necesidad diferente. Por lo que es obvio que la sensación que vamos a sentir durante un masaje y después van a variar según la terapia que nos estén aplicando.

Efectos del masaje
Ante todo, hay que tener presente que el masaje es una terapia que actúa tanto a nivel externo (piel) como a nivel interno (órganos) y los efectos que tienen perduran en el tiempo. 

Cuando un masaje llega a su fín lo sabemos porque hemos dejado de sentir al masajista, pero los beneficios que nos ha aportado (aumento de la circulación sanguínea, oxigenación de los músculos…) siguen actuando dentro de nuestros cuerpos. Este aspecto es importante para entender cómo nos puede seguir afectando el masaje que hemos recibido y de ahí entender las sensaciones que podamos sentir.

En las sensaciones que vamos a percibir influyen varios factores:
  • El tipo de masaje

    Existen diferentes tipos de masajes y varían según las necesidades del paciente, desde una necesidad de descontracturar (se aplica un masaje terapéutico) hasta una simple necesidad de relajación de cuerpo y mente (masaje relajante).

    Las sensaciones que nos producirá será entre alivio y relax según la terapia escogida.
  • Nivel de contracturas/lesiones/enfermedades

    Hay que señalar que no es recomendable nunca recibir una masaje cuando estamos enfermos. Esta es una de las primeras premisas que hay que tener en cuenta. Si tenemos una lesión podremos masajear la zona de alrededor, pero nunca la zona lesionada.

    En el caso de las contracturas en el momento de trabajarlas podemos sentir alivio (en este caso se trataría de contracturas de un tamaño reducido) o podemos sentir pinchazos, (estos se dan en aquellas ocasiones en que la musculatura lleva tiempo forzándose y acumulando presión).Estas contracturas son complicadas de quitar y generalmente se necesita más de una sesión.
  • Estado anímico con el que percibimos el masaje

    Es muy importante el nivel de predisposición que tenemos al recibir una terapia. Esta implicación nuestra hará que el masaje llegue mucho más a nosotros, y la relajación y la sensación de bienestar que buscamos penetre más profundamente.

    Siempre que acudamos a un terapeuta en el que no confiemos, nos duela cada zona que nos masajee o bien no estemos predispuestos a relajarnos y disfrutar de la terapia la sensación que vamos a sentir una vez acabada la sesión siempre va a ser negativa.

    Recomiendo vaciar la mente y dejarse llevar por todas las sensaciones que vamos a sentir, una a una, aunque en ocasiones pueda ser un poco dolorosa será bueno recordar ese momento para que en la próxima sesión podamos reconocer su grado y saber si ha aumentado, disminuido…

    Sobretodo y lo más importante: sentir.

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