martes, 26 de marzo de 2013

Esguinces: en qué consiste y cómo recuperarse

Para entender mejor esta lesión ligamentosa, es preciso definir los ligamentos, que son bandas de tejido conectivo compuesto fundamentalmente por fibras de colágeno y elastina que confieren estabilidad a las articulaciones y según la proporción de dichas fibras, mayor o menor movilidad.
Se puede definir, por tanto, un esguince como la lesión que se produce en los ligamentos que unen los extremos óseos que constituyen una articulación. Si la lesión es tan importante que el ligamento deja de poder sujetar los huesos en su posición y éstos se separan, hablaríamos de una luxación, cuyo diagnóstico diferencial se efectuaría mediante estudio radiológico.
Los mecanismos más habituales por los que se produce el esguince son los movimientos bruscos y excesivos, en los que se sobrepasa la amplitud de movimiento  que permite la articulación, de forma que se distiende o desgarra el ligamento que mantiene unidos ambos huesos.
Una musculatura potente y bien entrenada ayuda a los ligamentos en la fijación de las articulaciones. Así, al producirse un movimiento exagerado, se produce una contracción refleja, que evita que la articulación exceda su límite máximo de movimiento.
La mayoría de los esguinces se producen en aquellas articulaciones que presentan mayor movilidad, como la columna cervical, puesto que además su musculatura comparativamente es menos potente.
Los síntomas característicos de este tipo de lesiones son:
  • Dolor provocado por la distensión de los ligamentos, que están inervados por fibras sensitivas.
  • Inflamaciónedema y limitación del movimiento.
  • Contractura muscular provocada por la contracción refleja defensiva, ya descrita anteriormente
  • Hematoma, en aquellos casos de mayor violencia, por rotura de estructuras periarticulares vascularizadas.
Según la gravedad de la lesión del ligamento y la afectación funcional de la articulación podemos distinguir 3 tipos de esguinces, que son:
  • Esguince de Grado I leve: se producen por un simple estiramiento del ligamento y si se llega a producirse roturas fibrilares no afecta a más del 5% del ligamento, lo que provoca un ligero edema. El tiempo de recuperación es corto y el tratamiento es médico y fisioterápico.
 
  • Esguince de Grado II o moderado: el ligamento sufre una rotura parcial, pudiéndose afectar en algunos casos la cápsula articular. Aparece edema y dolor al tacto. La inestabilidad articular es leve, pero se ve afectada. El tiempo de recuperación es lógicamente mayor y oscilará en función del alcance de la lesión. El tratamiento recomendado es médico-ortopédico y fisioterápico. 
  

  • Esguince de grado III o severo: aquí se clasifican las roturas totales de los ligamentos; en los casos en los que se produzcan arrancamientos óseos el tratamiento será quirúrgico. La rotura de varios ligamentos puede causar una luxación si se pierde completamente la congruencia articular. El dolor es muy intenso y la laxitud articular manifiesta.

Antiguamente se prescribía reposo absoluto e inmovilización mediante escayola, para dar tiempo a que el ligamento se reparara sin volver a lesionarlo con un nuevo esguince. Sin embargo, se ha demostrado ser ineficaz y contraproducente, ya que produce pérdida de fuerza y de movilidad. Por eso, cuando actualmente se sospecha la existencia de un esguince, se usan mecanismos de contención que evitan sólo aquellos movimientos que eventualmente desencadenen o incrementen el dolor, realizando desde el inicio ejercicios específicos para fomentar la potencia, resistencia, elasticidad y propiocepción de la articulación y la musculatura lesionada.
Es fundamental el trabajo del fisioterapeuta en la recuperación de los esguinces porque se reducen los plazos de recuperación y las recidivas, puesto que nuestro trabajo no se centra únicamente en quitar el dolor, sino en una restauración plena del sistema cápsulo-ligamentario.

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