Concepto:
Una contractura muscular es, como su nombre indica, una contracción continuada e involuntaria del músculo o de algunas de sus fibras.
Causas:
- Actividad inapropiada, tanto por sobreentrenamiento como por sedentarismo.
- Postura inadecuada (tensión sostenida en el tiempo).
- Estrés, miedo, nerviosismo…
- Contusión directa sobre un músculo, conocido comúnmente como "bocadillo".
- Otras: Temperaturas extremas, acción de ciertos fármacos,...
Síntomas:
El síntoma más importante es el dolor que se siente en reposo o ante el estiramiento, pero sobre todo en los ejercicios contra resistencia. Además al tacto está endurecido y tenso. A veces al cambiar de posición se calma ligeramente, pero nunca desaparece del todo.
Tipología:
Las contracturas se clasifican, entre otros, por su forma: nodulares (redondeados como un guisante) y alargadas, y por el momento de aparición: durante la realización del ejercicio o tras el mismo.
Prevención:
- La mejor forma de prevenirlas es mediante la práctica de ejercicio físico durante toda nuestra vida.
- Realizar un buen calentamiento preparando la musculatura antes del esfuerzo.
- Aumentar las cargas progresivamente.
- Realizar trabajos de flexibilidad.
- Realizar trabajos de vuelta a la calma ("enfriamiento").
- Estirar después de la actividad física.
- Cambiar aquellas posturas que adoptamos que nos causen molestias o dolor, que nos causará no sólo contracturas sino procesos degenerativos.
- Ante causas psicógenas (estrés, ansiedad,…) se recomienda la práctica deportiva fundamentalmente aeróbica para canalizar el estrés transpirando.
Tratamiento:
Lo mejor es visitar a un fisioterapeuta u otro profesional sanitario para que determine el tratamiento más adecuado, entre los cuales se encontrarán:
- Relajantes musculares y antiinflamatoriossiempre prescritos por su médico.
- Calor local por su efecto vasodilatador será útil para conseguir un efecto relajante y analgésico.
- Masajes: siempre dados por personal cualificado, irá encaminado a aumentar el flujo sanguíneo que ayudará a la recuperación de tejidos y limpieza de los desechos celulares, además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión y por tanto el dolor.
- Los estiramientos y la natación ligera son aconsejables tras la fase aguda de la contracción.
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